Encender
las luces a la noche y dejar alguna ventana abierta puede llegar a
transformar tu casa en un verdadero cementerio de insectos, antes de
pasar un momento bastante incómodo, claro. Apenas estos animales alados
ven la luz, los insectos comienzan a ingresar a tu dormitorio en
cantidades considerablemente grandes, sobre todo durante el verano, ¿no
es así?
Ahora bien, ¿te has preguntado alguna vez por qué sucede esto? ¿Por qué la luz atrae a los insectos? ¿Por qué los insectos voladores
tienen este peculiar comportamiento? ¿Por qué se topan repetidamente
contra una bombilla hasta quedar achicharrados por el calor que ésta
emite? La respuesta es mucho más coherente de lo que podría pensarse,
hablemos un poco al respecto.
¿Todos los insectos se sienten atraídos por la luz?
Si
bien no existe una explicación científica para esto, no es que los
insectos sean tan tontos como crees y hay algunas teorías que buscan
explicar el particular comportamiento. En primer lugar hay que mencionar
que esto no ocurre con todas las especies de insectos
por igual, obviamente, ocurre con los voladores y dentro de esta
categoría, con los insectos nocturnos conocidos como lucífugos.
Por instinto, los insectos de esta clase se sienten atraídos por la luz natural
para pautar su comportamiento. La luz de la Luna les brinda a los
insectos lucífugos un punto de referencia para orientarse adecuadamente,
orientación que también les brindan las estrellas.
También existe algo llamado fototaxia,
que es básicamente el fenómeno que explica por qué algunos insectos se
sienten atraídos por la luz y otros no. Hay insectos como las cucarachas
o los gusanos que tienen fototaxia negativa, que significa que la
exposición a la luz los repele. Otros insectos como polillas, moscas y muchos otros insectos que vuelan tienen fototaxis positiva, lo que significa que son naturalmente atraídos a ella.
El vuelo circular de los insectos en torno a las luces
La
luz, además de servir para su organización cotidiana, también ejerce un
efecto peculiar entre estos insectos. La intensidad de la luz natural
proviene de una distancia lejana, por lo cual da por igual en ambos ojos
del insecto, coordinando sus movimientos. Sin embargo, cuando la luz
les da más en un ojo que en otro (como ocurre con la luz artificial),
los insectos tienden a mover con más frecuencia un ala que otra, lo cual explica su movimiento circular en torno a una bombilla.
Como
verás, con acciones tan insignificantes para nosotros como encender una
bombilla de luz, estamos ejerciendo una influencia notable en el medio
ambiente y estos pobres insectos que te molestan tanto cuando entran a
tu dormitorio, te aseguro que, en medio de una terrible crisis de
confusión, están pasándolo mucho peor que tú.
Muy bien, eso es
todo. Interesante, ¿no te parece? ¿Qué otras cosas sabes o te gustaría
saber acerca de los insectos de esta clase?
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