Saqueo en Chachapoyas

Saqueo en Chachapoyas debería llevar a la renuncia del Ministro de Cultura

Pareciera que en el Perú nos hemos acostumbrados a considerar la ilegal actividad del “huaqueo” como algo normal e inevitable, casi como si no nos llamara la atención. Esto se da porque, en la percepción de muchos, aquellos bellos mantos y cerámicos enterrados parecen verse mejor en una colección privada que (aparentemente) ‘olvidados’ bajo tierra. Diversas culturas a nivel nacional han sido víctimas de este desprecio por nuestro pasado. En este fotorreportaje, ponemos como ejemplo un caso registrado en San Martín, con diversos restos de la cultura Chachapoyas.
Esta es la hermosa laguna de Huayabamba, ubicada en la zona alto andina de San Martín (clic para ir al mapa). Esta laguna es parte de la concesión para conservación que administra la ONG AMPA (Amazónicos por la Amazonía), que viene ejecutando diversos programas para garantizar la protección y puesta en valor del patrimonio natural y servicios ambientales del área.
La Concesión para Conservación Alto Huayabamba contribuye a mantener el equilibrio hídrico en la cuenca alta del río Huayabamba, aporta a la conservación del hábitat de especies amenazadas y en peligro crítico como el oso de anteojos y el mono choro cola amarilla. Además, en esta concesión se lleva a cabo investigaciones científicas sobre los sistemas ecológicos que se encuentran dentro del área.
En esta parte poco conocida de San Martín, a 3 mil 600 metros sobre el nivel del mar, existen restos arqueológicos de la cultura Chachapoyas, una de las culturas más importantes de la etapa pre-inca.
Los restos de los antiguos Chachapoyas han quedado desmembrados y esparcidos al extraerse telares, piezas de metal y cerámicas.
La continua profanación de las tumbas, con el propósito de comercializar ilegalmente los objetos de valor encontrados, es una muestra del escaso cuidado y el inexistente respeto de los huaqueros con estos antiguos peruanos.
Actividades como el huaqueo tienen aún cabida en nuestra sociedad; no por falta de normas legales, sino que por un problema de institucionalidad, de capacidades y, sobre todo, de sensibilidad social frente al tema.
Si alguien ha de excavar en zonas arqueológicas, es comprensible y deseable que sean arqueólogos calificados, cuya finalidad sea la de investigar y ayudar a los peruanos a entender mejor nuestra historia y culturas ancestrales. Lo triste, impactante e indignante es ver, en contraposición, los efectos del huaqueo; actividad ilegal, antitécnica e irrespetuosa con nuestra herencia cultural.
Con la creación del Ministerio de la Cultura -y con los alcances regionales y locales de este nuevo sector- es necesario poner en valor las múltiples expresiones del conocimiento tradicional, así como los bienes relictos y sociales en el Perú.
Muchas áreas que contienen restos arqueológicos coinciden con áreas naturales protegidas, territorios de comunidades indígenas o áreas otorgadas en concesión a la sociedad civil; quienes por iniciativa propia conservan estas zonas.
Es urgente fortalecer la institucionalidad y capacidades del Estado y la sociedad civil. Dado que resulta difícil que la autoridad del Patrimonio Cultural pueda vigilar adecuadamente todas estas áreas remotas, es conveniente buscar alianzas con quienes bajo algún título intervienen sobre esas mismas zonas en defensa del patrimonio natural, como es el caso de las áreas de conservación privadas y comunales o concesiones para conservación.
http://lamula.pe/2011/05/21/saqueo-en-tumbas-chachapoyas-evidencia-patrimonio-desguarnecido/malcolmallison
El Dato: En el colmo de la desinformación se continúa ubicando a Chachapoyas y sus recursos en la amazonía y San Martín, como ya lo hizo la revista Caretas en su edición Nº 2180 del 12 de mayo, pagina 56. y en nuestra tierra, Don Josè Trauco Ramos director del INC no dice esta boca es mìa.

FUENTE: REYNA DE LA SELVA